Los primeros trasplantes —o intentos de trasplantes— de los que se tiene conocimiento datan del siglo VII a. C. y los hallamos en el tratado médico Sushruta Samhita, del cirujano indio Sushruta, en el cual se describen métodos para reconstruir una nariz amputada por medio de los tejidos de la frente. También encontramos que, en la China del siglo XI, el médico Hua To administraba narcóticos a sus pacientes y trasplantaba órganos dañados. Sin embargo, es muy probable que la gran mayoría de las personas tratadas no haya sobrevivido, pues en aquel entonces no se conocía nada acerca del rechazo o incompatibilidad de los órganos, los tipos sanguíneos o la higiene necesaria antes, durante y después de las cirugías. En la tradición cristiana también se incluyen historias relativas a trasplantes: se dice que los santos patronos de la medicina, San Cosme y San Damián, reemplazaron la pierna gangrenada de un diácono con la de un gladiador muerto en el siglo III o IV.
Ahora bien, la primera persona que realizó trasplantes de forma exitosa y que se dio cuenta de la existencia del rechazo al órgano trasplantado —antes que nadie y en una época en la que ni siquiera se podría entender el concepto— fue Gaspare Tagliacozzi (1545-1599), médico boloñés autor de De Curtorum Chirurgia per Insitionem, texto que es considerado el primer tratado específico de cirugía plástica, en el que se abunda acerca de los trasplantes faciales de piel.
- Autotrasplantes o autoinjertos:
es el tipo de trasplante donde el donador y el receptor son la misma persona, es decir que se utiliza tejido de un lado del cuerpo, para colocarlo en otro o que se guarda para utilizarlo en el momento en que se necesite. Entre estos tejidos están la piel, músculos, huesos, sangre o médula espinal.
- Isotrasplantes:
es el tipo de trasplante donde el donador y el receptor son gemelos idénticos o univitelinos, es decir, cuando estos son genéticamente idénticos y se pueden realizar con todos los órganos y tejidos trasplantables.
- Homotrasplantes o alotrasplantes:
es el tipo de trasplante donde el donador pertenece al mismo sexo y/o raza, pero que genéticamente son diferentes.
- Heterotrasplantes o xenotrasplantes:
es el tipo de trasplante que se realizan entre personas genéticamente diferentes, de ambos sexos, de cualquier raza o en los que se utilizan órganos artificiales.
4.1. TRASPLANTES NATURALES Y ARTIFICIALES.
"tejidos artificiales diseñados mediante ingeniería biológica están llamados a ser la base del tratamiento de muchas lesiones y enfermedades"
Un mecanismo humano es asombrosamente polifacético, y todo intento de imitar todas sus capacidades con la tecnología moderna, quizás, a producir un complicado sustituto sin aplicación practica. La dificultad no reside tanto en lograr las fuentes de energía para que el mecanismo pueda funcionar, sino que el problema radica en disponer el mecanismo artificial de manera que trabaje en armonía con el cuerpo vivo.
La medicina ira mas allá del trasplante y entrara en una era de fabricación de tejidos corporales. Los avances en biología molecular y en la elaboración de plásticos han permitido fabricar tejidos artificiales que se parecen a sus equivalentes naturales y funcionan como ellos. La ingeniera genética puede producir células trasplantables universales, que podrán utilizarse en tejidos diseñados para cada caso.
Entonces podríamos ya, con estas herramientas, construir un dispositivo que imite la función de un páncreas, de un corazón, de un pulmón hasta de un riñón, sin que el cuerpo lo rechace.
Entonces una buena razón para proseguir con las investigación del desarrollo de los órganos artificiales, vendría siendo a ser, que por mas que se trate de superar el problema de inmunosupresion, siempre llegara a ser un problema en cuanto a los trasplantes de órganos naturales, problema que se puede manejar fácilmente con los mecanismos artificiales. El mecanismo fabricado que podría ser utilizado o implantado para aumentar o sustituir un órgano enfermo. Además, un órgano de plástico, a diferencia de un órgano trasplantado, será inmune a la enfermedad que padeció el órgano reemplazado.
Existe otra razón para proseguir con la tecnología de los órganos fabricados, es decir, la relación que estos tienen con las maquinas que el mismo cirujano de transplantes aun necesita urgentemente. Que el transplante de riñón haya hecho tan grandes progresos y haya podido darnos tanta experiencia en el trasplante de otros órganos como el corazón y el hígado, se debe en gran medida a la existencia del riñón artificial.
Estas maquinas no solo permite devolverle la salud al moribundo, sino que le ofrece una seguridad en caso que no logre controlar el rechazo del órgano trasplantado, o que el nuevo órgano sea atacado por la enfermedad.
Pero se debe, escoger un paciente que este adaptado psicológicamente para vivir con una maquina, ya que las consecuencias podrían llegar a ser fatales. Pero aun así que los pacientes estuvieran preparados, aun quedarían susceptibles de varias alteraciones, desde infecciones hasta trastornos psiquiátricos que limitarían aun más sus probabilidades de vida.
Pero se debe también tener cierta prudencia respecto al manejo de estas maquinas. Por ejemplo, si un hombre maneja su automóvil o su computadora con imprudencia, existe la posibilidad de que escape con suerte, aunque alguien pague las consecuencias. Y el resultado de un abuso puede llegar a ser muy serio cuando se trata de la pieza de una maquina que ha de estar en servicio permanente.
Es difícil determinar si alguna vez llegara a tener éxito un pulmón o un riñón artificiales lo suficientemente compactos para ser implantados, que traten de imitar mas que aumentar el funcionamiento del órgano natural.
Buen artículo, sencillo y claro
ResponderEliminarEstaría padre que también pusieran las referencias o bibliografía
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